


Génova ha existido siempre entre la montaña y el mar. Una vez recuperada la relación con el agua llega el momento de recuperar la montaña, la periferia. Las industrias obsoletas en los valles admiten nuevos usos para la ciudad; los barrios residenciales, colgados y diseminados por las colinas, buscan una nueva identidad. A pesar de su aislamiento disfrutan de un paisaje de gran valor. Recuperando los antiguos caminos entre los núcleos rurales y relacionándolos con la nueva red de transporte del valle, se crean nuevos flujos en ambos sentidos en las relaciones centro-periferia, incorporando Begato y Teglia a la estructura de la ciudad.
El hilo conductor de la intervención será el propio paisaje, el cual aparece interrumpido por las grandes "dighe"; la necesidad de diluir esta barrera dará forma a nuestro proyecto. Los dos bloques de Begato representan la ausencia de horizonte y de relación con la ciudad. Esculpiendo estas dos grandes masas se permite al paisaje introducirse entre los nuevos "barrios verticales". La incorporación de nuevas tipologías permite diversificar la población y hacerla más heterogénea. Las dos nuevas torres que surgen señalan un hito en el valle, una puerta abierta hacia el interior de Begato. Todas las actividades dispersas en las colinas se incorporan al edificio, liberando así la máxima superficie para la naturaleza. El edificio reconstruye su zócalo con nuevas actividades: aparcamiento, accesos, oficinas… etc. Las cubiertas del edificio cobran nueva importancia, se vuelven verdes como estrategia de integración en el entorno. La crujía estructural se conserva, pero se liberan las fachadas completamente vinculando las viviendas al valle y al barrio a través de corredores abiertos al paisaje.
La fábrica de Miralanza se concibe como una ciudad dentro de la ciudad, invadida por la naturaleza que relaciona los diferentes niveles, volúmenes y funciones del complejo. El patrimonio industrial es parte indiscutible de la historia genovesa. Conservar este legado de forma activa es una de las propuestas de vía verde. Los antiguos edificios de la factoría aún admiten nuevas funcionas culturales, entre ellas un archivo industrial como equipamiento de mayor escala. En atención a las necesidades del entorno se proponen diversos usos complementarios (biblioteca, cafetería, talleres, viviendas para ancianos) a los que se suma la vivienda sustraída de los bloques de Begato, que encuentra aquí su espacio en nuevos volúmenes que aportan la escala necesaria al lugar. Una vez más las cubiertas (tanto de los nuevos edificios como de los existentes) sirven de vínculo entre funciones, continuando con la idea de “vía verde”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario